Hoy después de un día maravilloso de clases, llegue a casa
tipo 1:20 de la tarde, con mucha hambre y sed. Los vecinos del lado me saludan en cuanto me ven, y respondo al
saludo sonriente como casi siempre lo hago. Mientras abría mi puerta, Melissa una vecina, me saluda cariñosamente, y me pregunta:
¿Cómo te fue?
Respondo: excelente, y tu ¿cómo estás?
Me dice: bien Vane, gracias a Dios.
A lo que contesto: me alegro mucho!
Iniciamos una conversación en la terraza de mi casa y la
invite a pasar. Mientras se acomodaba en el sofá, yo abría las ventanas, me dirijo al cuarto por un ventilador para mejorar un poco el clima, en estos días hace mucha calor. En mi sala
descansa una pila de libros, los cuales llaman la atención de Melissa. Ella
dice, me gustaría leer un libro, pero no tengo ninguno, le ofrezco mis tesoros
(libros), y le digo que escoja el que llame su atención, que yo con gusto se lo
presto. Escoge el libro de título" Svenia Se Ha Enamorado".
Le confieso que me encanta ese libro.
Ella empieza a observar mi computadora de mesa, la cual está en una esquina de la sala, y luego me
pregunta que cuanto le cobraría por unas clases de informática, le dije;
tranquila con gusto te ayudo en lo que quieras aprender, puedo sacar un espacio
para enseñarte lo que necesites y compartir un poco de mis conocimientos. Le pregunte que conocimientos tenía sobre el
computador, a lo que respondió: NO SÉ NADA.
En ese mismo instante empezamos con lo básico (el computador
y sus partes, esa fue la primera clase), y transcurrieron 60 minutos de una
clase dinámica y divertida.
De lo anterior, puedo decirles que me sentí maravillosa,
especial, útil, feliz por servirle a alguien que está interesado en aprender,
en ignorar menos y por lo menos saber algo nuevo para su vida. Comprendí el
compromiso social que tengo, desde que decidí ser educadora. Transmitir a otros
lo que he aprendido me llena, me siento plena. La vocación no se improvisa. La
educación cambia vidas y posibilita a las personas a ser libres.
Y para concluir con un día lleno de solidaridad y compromiso social puedo decir;
" Lo más bonito
de enseñar es
la disposición que tiene alguien en aprender"